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sƔbado, 20 de abril de 2013

CONTRA LA INTOLERANCIA Y LA IRRACIONALIDAD

Cuando una persona o grupo de personas, decide emplear estos medios alternativos de comunicaciĆ³n (Blogs, Cuentas Twitter y de Facebook) de forma pĆŗblica, es decir, abierta a un gran espectro de personas, debe tener conciencia que los comentarios que va a hacer, o las noticias que va a difundir, deben tener una base lĆ³gica de sustentaciĆ³n. No es que se deje de criticar lo que a juicio de quien emite la opiniĆ³n es considerado errĆ³neo, sino que lo que se opine, comenta o difunda tenga argumentos lĆ³gicos. No se puede decir irresponsablemente, como lo hace la artista MarĆ­a Conchita Alonso, "en mi casa yo quemo lo que me de la gana", demostrando no sĆ³lo un errado concepto de lo que es un derecho individual, sino la falta de preparaciĆ³n de una persona que es Ć­dolo de otras, que la siguen y hasta admiran porque consideran que tiene condiciones como ser humano y como artista dignas de imitar.

Cuando el personaje es un polĆ­tico que aspira a ganar el favoritismo del electorado la cosa es mas grave, basta ver los recientes sucesos para tener un ejemplo claro de ello.

Cuando las "Ć©lites" supuestamente pensantes de un paĆ­s, se expresan como lo han hecho  durante estos 14 aƱos "lĆ­deres" culturales, artĆ­sticos, acadĆ©micos y polĆ­ticos, no podemos esperar de la poblaciĆ³n que los sigue otra respuesta distinta a la que sus "idolos" y "lĆ­deres" les han venido inculcando: odio e intolerancia por el que piensa distinto.

Hemos estado leyendo comentarios en Facebook y Twitter de gente que es padre o madre de niƱos que hacen deporte, de tĆ©cnicos, Ć”rbitros, etc. Y uno se pregunta: ¿si no pueden tener cordura en esta situaciĆ³n, podrĆ”n tenerla en un estadio?. ¿Que es lo que quienes asĆ­ se expresan le estĆ”n inculcando a los niƱos y jĆ³venes atletas?  

Como una contribuciĆ³n a generar un clima de tolerancia y racionalidad, reproducimos este artĆ­culo publicado en el portal Web "La Iguana TV" a ver si esa crĆ­tica los hace reflexionar y entender que los espacios en las denominadas "redes sociales" son para compartir o discutir ideas, y no para ser ingenuos agentes de la desestabilizaciĆ³n de un paĆ­s.

El que no entienda lo que se plantea, pues vaya a la secciĆ³n de "configuraciĆ³n" de su cuenta Twitter o Facebook y coloque "difusiĆ³n privada", para que sĆ³lo lo lea el grupito de disociados que no entiende que en una democracia al igual que un juego de pelota, se gana o se pierde.

NOTA: las ilustraciones la tomamos del diario Ultimas Noticias. Caricaturista: Agra.

Es difƭcil lidiar con niƱos toƱecos
Clodovaldo HernƔndez

Lo difĆ­cil de tratar con la oposiciĆ³n venezolana es que actualmente se encuentra bajo control de niƱos mimados. Y todos sabemos lo difĆ­cil que es entenderse con esa clase de personajillos. ¿O a usted, amigo o amiga que lee esto, no le ha tocado nunca lidiar con un toƱeco?

Estamos frente al caso de individuos que han alcanzado su adultez, algunos incluso su adultez mayor, pero siguen siendo los querubines de papĆ” y mamĆ”, Ć©mulos de Quico, el que salĆ­a en El Chavo, con todo y sus trajes de marinerito. “¡Tesoro, no te juntes con esta chusma!”, es la principal frase con la que los educaron.

Un amigo, etnĆ³grafo aficionado, dice que la categorĆ­a de los muchachitos consentidos metidos en polĆ­tica siempre ha existido, pero en el pasado no hacĆ­an tanto daƱo porque sus “amĆ”s” o sus “apĆ”s” se encargaban –como siempre- de tranquilizarlos comprĆ”ndoles cargos de los que se antojaban y dĆ”ndoselos como regalos. Por ejemplo, el chamo se levantaba un dĆ­a con la idea de que querĆ­a ser diputado y el “apĆ”” salĆ­a corriendo a hablar con los capitostes de AD, Copei (o hasta los de ciertos partidillos de izquierda) para tratar de conseguirle el juguete a la criatura. Luego, se lo entregaban tal cual como si le hubiesen comprado un BMW o un viaje de quinceaƱeras a las islas Seychelles.

En la actualidad, sostiene mi amigo, como esas transacciones se han vuelto cada vez mĆ”s difĆ­ciles, los hijos-de-papĆ”-y-mamĆ” se han tornado mĆ”s y mĆ”s necios… y peligrosos. “TĆŗ sabes que cuando a un carajito malcriado le dicen que no, se pone peor”, acota.

Los polĆ­ticos mimados, naturalmente, son asĆ­ de nacimiento y de formaciĆ³n hogareƱa. Exigen aquello que desean y si no se lo dan, arman una pataleta mayĆŗscula, destrozan la cuna, el dormitorio, la casa, la ciudad, el paĆ­s… segĆŗn van creciendo en edad cronolĆ³gica (que no emocional) y en ambiciones. Cuando se presentan a una elecciĆ³n y no la ganan, su reacciĆ³n es la misma de su mĆ”s tierna infancia: quieren llevarse la pelota. Si yo no gano, aquĆ­ nadie juega.

AdemĆ”s de su esencia genĆ©tica y de aƱos y aƱos de mala crianza, a estos toƱecos del poder tambiĆ©n los consienten los medios opositores de difusiĆ³n masiva. Tanto los dueƱos de esos medios como sus periodistas se esmeran en satisfacer todos sus caprichos. Los llevan por este difĆ­cil mundo bien abrigados, con su chuponcito esterilizado para que no les vaya a dar un dolor de barriga. Los tienen tan acostumbrados a sus entrevistas complacientes que ya en las ruedas de prensa ni siquiera toleran a nadie que no lleve sus preguntas envueltas en paƱitos tibios. Cuando los consentiditos cometen alguna barbaridad, los medios mimones miran pa’ otro lado, se inventan una noticia pote de humo o le echan la culpa al primer Don RamĆ³n que se consigan por ahĆ­ mal parado en el patio de la vecindad. 

El fenĆ³meno de los lĆ­deres mimaditos podrĆ­a llegar a ser gracioso, objeto de chistes. Pero, desdichadamente, sus implicaciones son trĆ”gicas. Las malacrianzas tienen un alto costo, no para sus “apĆ”s” y sus “amĆ”s”, sino para el paĆ­s, en tĆ©rminos de vidas humanas y de paz social comprometida por sus arranques. SerĆ­a cĆ³mico si, como ocurre en El Chavo, estos Quicos del este del este le dijeran al pueblo: “¡Chusma, chusma, chusma!” y se fueran a su casa con su mami. Pero no. Llegan al extremo de incitar a la violencia y el odio, como si la vida de la gente del pueblo humilde fuera uno de sus juguetes.


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